En los aposentos de la señora Adela, encuentras un objeto que llama tu atención: un medallón pequeño y delicado, oculto entre las pertenencias de aspecto modesto. Al examinarlo más de cerca, percibes el trabajo de un retrato minúsculo y exquisitamente pintado a mano en su interior.
La persona en el retrato guarda una asombrosa semejanza con Adela; la misma expresión concentrada y los rasgos delicados que ya has visto en ella. Sin embargo, en la parte interior del medallón, una inscripción revela un nombre que nunca habrías asociado con esta mujer: «Alba Azacayas.»
Con el medallón en mano, inspeccionas cada detalle. Entiendes que «Adela» es en realidad Alba Azacayas. La familia Azacayas son un conocido y prestigioso clan de Granada que se dedica al comercio de sedas, y son parte de la élite más acaudalada de la ciudad.
Entiendes que «Adela» es en realidad Alba Azacayas. La familia Azacayas son un conocido y prestigioso clan de Granada que se dedica al comercio de sedas, y son parte de la élite más acaudalada de la ciudad. Este pequeño descubrimiento es lo suficientemente intrigante como para mantenerlo en secreto y, tal vez, investigarlo más adelante. Cierras el medallón con cuidado y lo colocas exactamente en el mismo lugar.