Aposentos de Adela

Al acercarte a los aposentos de la joven Adela, notas que la puerta está cerrada, pero una suave vibración de sollozos se filtra a través de la madera. Te acercas, movido por la curiosidad, y pegas la oreja, atento. Desde dentro, la voz quebrada de Adela llega en susurros entrecortados, ahogados por las lágrimas, hablando en voz alta:


“Yo solo quería irme a vivir contigo… No sabes lo que tuve que hacer. Me llevé lo más valioso de mi padre para poder pagar nuestra vida juntos. No nos hubiera faltado de nada…»

Las palabras, cargadas de una mezcla de amor desesperado y culpa, te dejan una sensación inquietante. Pareciera que Adela planeó huir con su amante, llevándose consigo algo de gran valor de la casa de su padre, con la esperanza de financiar un nuevo comienzo lejos de su vida anterior.


¿Quieres esperar para escuchar algo más o te retiras antes de que alguien te descubra espiando? El riesgo puede ser elevado.


🎲Parece que has tenido suerte y no te han descubierto.

Permaneces junto a la puerta, atento a cada susurro, esperando captar más detalles.

«Lo he perdido… ¿El pañuelo?¿Dónde está?» Escuchas frenéticamente.

La chica comienza a moverse ajetreada por la habitación, seguramente en busca del mencionado pañuelo. Parece que no habrá más revelaciones, así que decides retirarte antes de que te descubran.


Al escuchar los lamentos de Adela, sientes que has captado lo suficiente para entender la situación. Rápidamente te alejas, procurando no hacer ruido. Crees que has captado lo esencial: Adela, en un acto impulsivo, robó un objeto preciado de su padre para facilitar su huida con su amado.